El fenómeno del Joker

En un año como el 2019, tanto en el cine como en cualquier otra forma de arte, es relativamente imposible ser 100% original, de hecho, a medida que pasan los años ese porcentaje disminuye cada vez más. Presentar al mundo algo que jamás se haya visto es una hazaña.

El Joker es uno de los personajes más representados en la pantalla grande (y chica), Cesar Romero fue el primero en la serie de tv de los 60s, Jack Nicholson en la de Tim Burton, Mark Hamill prestó su voz (y honestamente la mejor risa) en la serie animada, Heath Ledger en la trilogía de Nolan y Jared Leto (el menos popular) en la terrible Suicide Squad. Phoenix toma prestado  de cada uno (excepto de Leto afortunadamente) y añade mucho de su encanto y personalidad, esta es la historia de cómo un hombre llamado Arthur Fleck, quien vive con su enferma madre, trabaja de payaso y toma 7 tipos diferentes de medicamentos; fue llevado por el odio y el maltrato a convertirse en el villano más famoso de los superhéroes, un trabajo difícil de lograr y tan acertado que indiferentemente si se ganara o no el Oscar, es la mejor actuación masculina del año (cuando lo vean entenderán).

Pero Joker no solo tiene una actuación fenomenal, la película de por sí es un fenómeno. Meses antes de su estreno las imágenes de Joaquin, preocupantemente flaco y con el reconocido maquillaje del payaso, rondaban por la red; luego los tráileres fueron virales, en el festival de Venecia se ganó el premio mayor a mejor película (por primera vez en un filme de este estilo), está en camino de convertirse en la película más taquillera en tener la clasificación R en la censura norteamericana (cosa que exige no la vean menores de 17 sin compañía de un representante) y está, en el momento publicar este artículo, en el top 20 de la famosa página de cine “internet movie database” https://www.imdb.com/chart/top (justo debajo de clásicos como el Padrino, La Lista de Schindler, El Señor de los Anillos y Pulp Fiction).

Yo entré a verla la primera vez conformándome con disfrutar de una gran actuación, nada más con clips de los tráileres veía el compromiso de Phoenix, sin embargo, me sorprendió mucho la calidad cinemática de la cinta, la dirección detallista de director Todd Phillips, la complejidad psicológica del guión, el mensaje social (más relevante que nunca en estos tiempos de tensión política), la fotografía con su exquisita paleta de colores, la emotiva música de la compositora y chelista islandesa Hildur Guðnadóttir, la ambientación de Ciudad Gótica el estilo Nueva York de los años 70s al son del jazz de Frank Sinatra, y escenas épicas que se estampan en la mente como la del joker bailando en las escaleras expresando la dicha de haber logrado encontrarse a sí mismo…de ser primera vez libre…de sentirse poderoso…de expandir sus alas….de tomar venganza del mundo que lo desterró de una vida normal…disculpen, me dejé llevar. :p

Casi olvidaba el argumento inicial de este artículo, sobre el cine consciente de sus orígenes y apelando a la memoria cinematográfica de su audiencia, Joker no es cine 100% original, de hecho, está bien lejos de serlo, pero es su consciencia parte de su éxito, la cinta está llena de referencias claras que inspiraron su guión, estética y estilo, películas como Taxi Driver, Contacto en Francia, Sérpico, Tarde de Perros, El Rey de la Comedia y por supuesto numerosas referencias a los comics.

Joker es un ejemplo del poder del séptimo arte.